6 datos sorprendentes sobre chalecos antibalas

Los ejércitos y fuerzas de seguridad de todo el mundo tienen algo en común: el uso de chalecos antibalas. La protección corporal se ha convertido en un complemento indispensable para que puedan desempeñar su función de forma segura. Sin embargo, el uso de estos chalecos no es tan simple como poner y quitar, hay muchos factores y datos que la mayoría de la gente desconoce. En este artículo, te daremos 6 datos sorprendentes sobre la protección corporal.

Si detiene una bala, ¿duele?

Lo hemos visto en series y películas: disparan a un personaje con chaleco antibalas y, a pesar de seguir vivo, está malherido y dolorido. Pero, ¿realmente es así?

La respuesta es que sí. Si un chaleco cumple su función deteniendo un disparo, el portador seguirá recibiendo la energía de la bala y el impacto del propio chaleco contra su piel. Esto puede causar heridas internas, como costillas rotas, o contusiones. Se dice que recibir el impacto de una bala mientras llevas protección corporal es como ser golpeado con un martillo de goma en el estómago. Aunque, mejor así que recibir un balazo.

Tienen fecha de caducidad

La vida útil de un chaleco antibalas está alrededor de los 5 años, según la mayoría de los fabricantes. El motivo es que la fibra de los chalecos, que es el kevlar, tiende a perder eficacia con el tiempo, lo que hace el chaleco menos seguro. Es importante mantenerlo siguiendo las instrucciones del fabricante.

Dicho esto, lo que más condiciona el desgaste de un chaleco es la cantidad de uso que se le da. Una armadura que no se haya utilizado mucho en 5 años, puede seguir siendo efectiva, siempre que se haya mantenido de forma adecuada.

Hay distintos niveles de protección

Según las necesidades de las fuerzas de seguridad, los niveles de protección de los chalecos antibalas varían. A mayor nivel, son capaces de detener armas de mayor calibre. Los niveles son establecidos por el Instituto Nacional de Justicia de Estados Unidos, y son los siguientes:

• Nivel II y IIA
• Nivel III y IIIA
• Nivel IV

Si quieres conocer más sobre los distintos niveles de protección, visita nuestro artículo sobre el tema.

Son alérgicos al agua

Los chalecos antibalas que se expongan al agua, como una persecución que acaba en una piscina, pueden ser menos eficaces en la protección. Esto se debe a que el material puede perjudicarse.
Sin embargo, los fabricantes están empezando a cambiar esto. Algunas marcas están fabricando chalecos sellados completamente, en los que no disminuye su eficacia tras mojarse.

Hay diferentes tipos según tus necesidades

Seas hombre o mujer, quieras un chaleco que pase desapercibido o un modelo que se deje notar, hay protecciones corporales para todos los gustos y necesidades, incluso para los perros.

• Chalecos para hombre o para mujer: Las mujeres de las fuerzas de seguridad se han quejado de que les dan chalecos pensados para hombres, lo que es incómodo y peligroso. Y razón tienen, sus chalecos deben contar con protección adicional en el pecho. Por suerte, los fabricantes ya lo tienen en cuenta.
• Chalecos de incógnito: Además de los chalecos antibalas que todos conocemos, existen también armaduras corporales más casuales, pensadas para altos ejecutivos o civiles. Los diseños varían, pero van desde chaquetas blindadas hasta mochilas.
• Chalecos para perros: El mejor amigo del hombre debe ir protegido. Los perros policía desempeñan una ayuda esencial para los agentes, por ello, cuentan con sus propios chalecos adaptados para sus necesidades.

No, llevar 2 chalecos no te protege el doble

Ponerse 2 chalecos antibalas, uno encima de otro, genera varios problemas que disminuyen su eficacia enormemente. En primer lugar, lo que abultan y pesan haría reducir enormemente la agilidad de los agentes. Por otro lado, los niveles de protección de los chalecos no son continuos, es decir, un chaleco de nivel III protege casi 5 veces más que uno de nivel IIIA.

Por tanto, lo mejor es conocer bien tus necesidades y elegir el chaleco acorde a ellas.